Sardinas al horno

Puedo comer las sardinas cocinadas de mil maneras distintas, y sin embargo, ninguna receta podrá superar jamás a la de las sardinas hechas en la barbacoa del campo de mis padres en las noches de verano.  Por mucho intento que haga en mi casa, no consigo más que sardinas que saben a aceite y tener que fregar el suelo cinco veces seguidas para que se vaya el olor que queda por toda la casa. Con esta manera de prepararlas, no queda nada de olor. Y están ricas, no espectaculares, como las que prepara mi padre en la lumbre, pero sí muy ricas.

INGREDIENTES
- Medio kilo de sardinas limpias, sin cabeza ni tripa (uno 350 grs libres de desperdicios)
- Un limón.
- Pan rallado.
- Perejil picado.
- Un ajo picado.
- Sal.
- Aceite de oliva.

ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 200º.
Escurrimos un limón y cubrimos con el zumo el fondo de un recipiente para horno. Añadimos un chorrito de aceite y reservamos. Mientras tanto, en un plato ponemos el pan rallado, el ajo picado, el perejil y una pizca de sal. Rebozamos las sardinas y las colocamos en la fuente sobre la mezcla de limón y aceite. A continuación, echamos un poco de aceite por encima.
Horneamos unos 12 minutos a unos 200 grados y, ¡¡¡ya está!!!