martes, 15 de abril de 2014

Duelos y quebrantos

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda."
Así empieza El Quijote y así se hacen los Duelos y qubrantos que Alonso Quijano comía los sábados.

INGREDIENTES.
- 4 huevos.
- 1 chorizo grande.
- 1 loncha gruesa de beicon.
- 1 loncha gruesa de jamón serrano.
- Aceite.
- Sal.

ELABORACIÓN.
Comenzamos con el chorizo. Para hacerlo eliminando la grasa, lo pinchamos con un tenedor y lo ponemos en una sartén pequeña y echamos agua hasta que llegue a la mitad del chorizo. Lococinamos a temperatura media y lo vamos girando hasta que el agua se haya evaporado. En ese momento estarán listos. Lo cortamos a trocitos y reservamos.
Partimos a tacos el beicon y, sin aceite, lo rehogamos un poco en la sartén. Lo sacamos y lo reservamos.
Cortamos el jamón a trozos y lo rehogamos también.  Cuando esté listo, añadimos a la sartén el beicon y el chorizo. Echamos los cuatro huevos batidos y un poquito de sal. Removemos el huevo para que quede como un revuelto.
Y ya está, a sentirnos como Don Quijote los sábados.

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